Si eres emprendedor o estás pensando en serlo será la primera pregunta que te venga a la cabeza: ¿Autónomo o sociedad? ¿Cuál me conviene más? Desde nuestra Asesoría fiscal en Murcia te vamos a dar las principales claves para descubrirlo.
Factores a tener en cuenta
No se puede determinar con total precisión la forma jurídica más adecuada, ya que depende de cuestiones económicas y personales. Pero si hay ciertas pautas que ayudan a elegir la opción correcta:
- Socios:
Si vas a iniciar una actividad tu solo, lo más común es hacerlo como autónomo, donde podrás ser empresario individual o profesional. Como autónomo es difícil asociarse, aunque existen opciones como las sociedades civiles o las comunidades de bienes.
Si en cambio tienes socios, lo mejor es establecer una Sociedad Limitada (S.L), que facilita la entrada y salida de socios. Este tipo de sociedad tiene personalidad jurídica propia independiente de la de los socios, por lo que los rendimientos que se obtienen tributan el el Impuesto sobre Sociedades.
- Responsabilidad:
La Sociedad Limitada, como su propio nombre indica, es de responsabilidad limitada, por lo que responde únicamente con el capital de la empresa, salvo en casos de praxis o fraude, que responderá con su patrimonio.
Sin embargo, el autónomo responde con todas sus propiedades en caso de haber pérdidas en el negocio. Si es un tema que nos preocupa y no queremos asumir el riesgo, lo mejor es emprender una sociedad.
- Constitución:
Si te decantas por ser autónomo, sólo necesitarás comunicar el inicio de la actividad a Hacienda y a la Seguridad Social. No hay un capital inicial mínimo, por lo que los trámites son mucho más simplificados y baratos que para hacerlo como S.L. Además, el proceso es mucho más rápido (un solo día), ya que constituir una sociedad puede tardar entre 5 y 30 días.
Por otro lado, una sociedad conlleva una serie de gastos: el capital inicial (3000€), redactar los estatutos, registrarte en el Registro Mercantil y firmar la escritura pública ante el notario.
- Costes de gestión:
En el caso de los autónomos, los costes de gestoría son más bajos que en la sociedad debido a que la contabilidad es más sencilla, solo se deben registrar las facturas emitidas y recibidas.
Además, desde que se aprobó la tarifa plana, durante los dos primeros años de vida de un autónomo, su cuota es mucho más baja que para un socio de una S.L, pudiendo llegar a ahorrar hasta 6000€.
- Impuestos:
El trabajador por cuenta propia tributa el IRPF, que es un impuesto progresivo sobre la renta o beneficio que obtienes, mientras más ganas, más cotizas.
Como hemos comentado anteriormente, la Sociedad Limitada tributa en el IS (Impuesto sobre Sociedades), que es un impuesto con tipos fijos. El tipo general es el 25%.
Por lo tanto, si los beneficios que obtienes son altos, te conviene más la constitución de una sociedad para pagar menos impuestos, siempre que dejes dichos beneficios como patrimonio de la S.L.
El emprendedor de Responsabilidad Limitada (ERL)
Existe una figura que mezcla las dos opciones, la de autónomo con la de una S.L.
El ERL es aquella persona física que realiza de forma habitual, personal, directa, por cuenta propia y fuera del ámbito de dirección, una actividad económica o profesional con o sin trabajadores.Se creó para quienes desean iniciar una actividad empresarial, pero no quieren responder con su patrimonio.
Todo dependerá de la situación en la que te encuentres y de la importancia que le des a cada uno de los factores aquí explicados.
Es importante que expongas tu caso a profesionales para que evalúen la mejor opción para ti. En nuestra asesoría ubicada en Murcia, te podremos asesorar en todo lo que necesites, no dudes en contactar con nosotros ante cualquier duda.
BM3 Asesores – Asesoría fiscal en Murcia.